Cuba una de las cinco naciones con más suicidios en el mundo.
Cuba es una isla paradisíaca que al estar lejos de ella, la nostalgia es constante por sus costas de arenas blancas, mar intensamente azul, valles verdes, agrestes montañas, pero sobre todo por su pueblo alegre, con mujeres voluptuosas y hombres viriles. ¿Cómo pensar que es la nación con más suicidios del hemisferio occidental?
Esto no es un problema que ocurre solo en la isla sino es un problema a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud, cada 40 segundos alguien se quita la vida en el mundo. Los suicidios son casi la mitad de todas las muertes violentas que se producen y están por encima de los homicidios y las muertes en guerras. Por cada ejecución pueden producirse hasta 20 intentos fallidos, con lesiones, hospitalizaciones, y traumas emocionales.
Desgraciadamente, los cubanos a comparación de los norteamericanos y los europeos, tiene un mayor índice de suicidios. Datos escalofriantes llegan desde la época colonial, donde la tasa de suicido muestra altas cifras en todas las etnias de la nación: blancos, chinos, negros y mestizos. En la República, desde 1902 hasta 1959 murieron casi 30 mil personas. En el año1950, la tasa cubana de suicidios era tres veces más alta que la de Chile, cinco veces más alta que la de Costa Rica y ocho veces más alta que la de México.
En 1963 el promedio de suicidios desciendó al índice más bajo, pero ocho años después se volvió a incrementar con cifras record. En la década de los 70’s creció la cifra de suicidios femeninos. Desde 1980 hasta 1995, las tasas se mantuvieron por encima de los 20 a 100 mil habitantes. Cuando el record de los 23,2 en 1982; las cifras masculinas eran del 76 por ciento, y las femeninas del 125 por ciento. La diferencia se mantuvo hasta mediados de los noventa.
El recrudecimiento del Periodo Especial, las limitaciones economicas y la falta de libertades, el aumento del alcoholismo llevan a Cuba como pais a tener una tasa cercana a 30 por cada 100 mil personas que se suicidan, organismos internacionales consideran a Cuba como una de las cinco naciones con más suicidios en mundo.
Los especialistas advierten que el suicidio debe estudiarse como un hecho social y no psicológico. Aunque existen predisposiciones en determinados individuos, incluso en familias enteras a la autodestrucción, las probabilidades de efectuar el acto disminuyen o aumentan acorde a los fenómenos sociales que lo rodean. ¿Qué ocurre a la población cubana?
Cuba ha padecido serios conflictos sociales desde los enfrentamientos de nativos y esclavos frente a la colonización española, las guerras del siglo XIX, la inestabilidad económica y social fluctuante durante la Republica (1902-1959) hasta la actualidad, donde el establecimiento del socialismo descalifica el anterior estilo de vida.
El éxodo se convierte en una válvula de escape a la depresión. Pero es un factor de riesgo, como los contingentes especiales para la zafra azucarera, la UMAP, el Servicio Militar Obligatorio, los dos grandes crecimientos demográficos, la elevada cifra de divorcios, el nacimiento de hijos no deseados en madres solteras y adolescentes junto al fracaso de las políticas de desarrollo, situaciones que socavan la estabilidad familiar.
La emigración campesina a la ciudad determinó que en 1998, cuando las tasas nacionales disminuyen, las cifras en la zona rural eran de 17.5 por cada 100 mil habitantes. Nunca antes se suicidaron tantas mujeres que en su mayoría vivían en las montañas orientales, sin hombres y cargadas de hijos, asumiendo todo y elevando su carga sicosocial al máximo. Las guerras en África donde la infidelidad en el matrimonio se comunicaba a través de “tarjetas amarillas” enviadas al campo de batalla, o una vez que regresaban los soldados a Cuba marco otro hito del tema.
En la década de los ochenta, crearon el Programa Nacional de Prevención al Suicidio, proyecto basado en un estudio para disminuir los índices de estas muertes en la población cubana. Para entonces, las consultas siquiátricas aumentó y muchas personas mostraban de síndromes ansiosos-depresivos. Debido a esta situación, se puso de moda el meprobamato en el botiquín familiar.
Tras el descalabro del “campo socialista” en 1989, se dispararon las tasas de suicidio en personas con más de 60 años. En 1970 la cifra de suicidio comenzó a elevarse más debido a los cambios en la esperanza de vida. Durante 1993, el peor año del Periodo Especial, la tasa de suicidio fue de 62,3 fue récord. Esta alza sugiere que los cubanos afrontan mayores problemas a medida que envejecen.
Los conflictos económicos, sociales y culturales desencadenan estas altas tasas de autodestrucción en Cuba. Existe indiscutiblemente un sentimiento de fracaso individual y colectivo. Los más caros anhelos se frustraron al paso del tiempo, y a solas consigo mismos, los individuos sienten la inconformidad, el malestar y la desilusión con respecto a las instituciones, los hombres, y los fundamentos éticos sobre los que creyó ciegamente, un ambiente propicio para la desintegración social y psíquica.
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