Thursday, December 8, 2011

Raúl Castro recorre Trinidad Tobago en un BMW con chapa venezolana

El dictador cubano Raúl Castro se desplaza por Trinidad Tobago, adonde llegó  para una visita oficial de dos días, en un automóvil BMW con chapa venezolana.
Por SERGIO VALDIVIESO/
Cortesía
  www.cafefuerte.com








 Castro arribó a Puerto España, capital de la isla caribeña, a las 10.53 a.m. (hora local), a bordo de un avión llyushin 96-300 de Cubana de Aviación. Lo aguardaba una amplia comitiva gubernamental y un fuerte aguacero que obligó a los anfitriones a sacar los paraguas para poder recibirlo y efectuar la ceremonia de bienvenida.

 Tras el protocolo, encabezado por el presidente Maxwell Richards y la primera ministra Kamla Persad-Bissessar, el mandatario cubano se trasladó al Hotel Kapok en un BMW color negro, con chapa venezolana AFW 89W, según observó el diario The Guardian.
El aguacero obligó a interrumpir el curso del protocolo y dividió la comitiva de recibimiento. El presidente Richards, Persad Bissessar y el canciller Surujrattan Rambachan se fueron hasta la escalerilla de la aeronave a agasajar al visitante, pero otros ministros no llegaron a la línea de bienvenida en medio del vendaval.
El fiscal general Anand Ramlogan y el ministro de Justicia Prakash Ramadhar se quedaron detrás compartiendo un paraguas.
La recepción, con alfombra roja e himnos de ambos países, duró apenas unos 25 minutos. Raúl Castro escuchó la ceremonia subido en el escalón más alto de un podio situado en la explanada. Y se fue al hotel sustituto que le fue reservado tras los tropiezos con la cadena Hilton en Trinidad Tobago.
La negativa del Hotel Hilton de albergar al gobernante cubano y el traslado de la sede de la Cumbre CARICOM-Cuba hacia la Academia Nacional de Artes Escénicas (NAPA), en Puerto España, han centrado los reportes de la prensa trinitaria y los despachos de corresponsales internacionales, opacando incluso los contenidos a discutir en el foro regional.

El gobierno de Trinidad Tobago ha tratado de restarle importancia al asunto. La prensa cubana lo ha hecho mejor: este jueves el enviado especial del oficialísimo diario Granma se salta el tema como si no existiera.
El gobierno trinitario manejó con discreción -y digamos que elegancia- el asunto. El plantel hotelero es propiedad gubernamental bajo administración de la cadena Hilton, por lo que había que contar con una autorización del Departamento del Tesoro de Estados Unidos para auspiciar la cumbre allí.
El embargo -reforzado por la Ley Helms-Burton de 1996- impide que compañías estadounidenses, aún fuera de la jurisdicción del territorio de Estados Unidos, establezcan negocios que involucren a Cuba o nacionales cubanos. Las firmas no estadounidenses están sujetas también a sanciones por parte de Washington en virtud del carácter extraterritorial de la legislación.
La confusión se produjo porque en 1995, el entonces gobernante Fidel Castro se quedó en el Hotel Hilton en ocasión del lanzamiento de la Asociación de Estados Caribeños.  Pero para esa época la cadena no era totalmente propiedad estadounidense como lo es ahora.
Sin armar ruidos
La declaración de la cadena Hilton en Trinidad Tobago fue clara: “El reglamento para el control de activos que vinculan a Cuba y Estados Unidos es administrado por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro y prohíbe que empresas establecidas en EEUU proporcionen servicios que benefician al gobierno cubano, a menos que sea emitida una licencia específica. Las violaciones de esta regulación están sujetas a signiticvativas sanciones civiles y penales”.
La licencia no se obtuvo y el gobierno trinitario se movió con diligencia tras ser informado del contratiempo la pasada semana. Delegaciones de 12 países miembros de CARICOM tenían ya sus reservas para quedarse en el Hilton y así lo harán, aunque tendrán que trasladarse a NAPA para las sesiones de este jueves.
Curiosamente, el tema del embargo estadounidense estará en la agenda de la cumbre de CARICOM. Pero por esta vez, habrá que ajustarse a los designios de Washington.
El canciller Rambachan afirmó que Trinidad Tobago respeta las leyes internacionales y admitió que mientras éstas no cambien, el Hotel Hilton de Puerto España no podrá auspiciar eventos con asistencia de delegaciones cubanas.
“En las actuales circunstancias, NAPA ha sido escogida como nueva sede para la ceremonia de apertura de la Cumbre”, se limitó a decir Rambachan.
Evitando líos con Washington
Funcionarios citados por The Guardian dijeron que consejeros legales advirtieron al gobierno sobre las posibles reclamaciones derivadas de albergar a Castro en el Hotel Hilton, a pesar de que el edificio es propiedad estatal.
No obstante, la Embajada cubana en Puerto España no parecía muy enterada del tema y seguía repitiendo en la tarde del miércoles que la cumbre sería en el Hilton. Y lo más probable es que hoy se hagan de la vista gorda.
En su primer día de estancia en Trinidad Tobago, Castro, de 80 años, sostuvo conversaciones oficiales con el presidente Richards y la primera ministra Persad Bissessar, colocó una ofrenda floral en el monumento del Parque Memorial que recuerda a los caídos en la Primera y Segunda Guerras Mundiales, y asistió a una cena en su honor.
La colocación de la ofrenda floral fue una verdadera odisea. Antes de depositarla, sus guardaespaldas inspeccionaron una y otra vez la corona de claveles rojos en un espectáculo que se retrasó por unos 40 minutos. Naide preguntó qué buscaban tan afanosamente estos sabuesos de la inteligencia.
Todo el tiempo se desplazó en el BMW blindado, que fuentes del gobierno trinitario dijeron fue traído por las autoridades cubanas. Pero nadie indagó por la matrícula venezolana, que habla más que otra cosa de la colaboración en aspectos de seguridad entre La Habana y Caracas.
Fuentes en Venezuela confirmaron la existencia del código de la chapa y señalaron que probablemente el auto fue trasladado vía marítima a Puerto España desde la vecina isla de Margarita, pero le restaron mayor importancia al asunto.
Una cuadrilla de BMW
Castro se mueve en Cuba en un grupo de automóviles BMW, los cuales fueron adquiridos por el gobierno cubano a través de la firma TriStar Caribbean, cuyo presidente, el empresario canadiense de origen armenio Sarkis Yacoubian, se encuentra bajo arresto en medio de un escándalo de corrupción en la isla comunista.
El gobernante cubano acaba de asistir en Caracas a la Cumbre de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC). Regresó a Cuba en las primeras horas del domingo, se incorporó a las celebraciones por el Dia de la Defensa, según dijo la prensa oficial, y casi sin sacudirse el polvo del camino se alistó para su primer viaje a Trinidad Tobago.
Su regreso a Cuba debe producirse al final de la jornada de este jueves.
Cuba y Trinidad Tobago establecieron relaciones hace 39 años y desde entonces mantienen estrechos lazos de colaboración.
El ex primer ministro Patrick Manning fue operado en La Habana de un cáncer de riñón en el 2008 y regresó varias veces después para recibir tratamiento médico.
Manning era considerado un gobernante corrupto y la oposición pidió en varias ocasiones que se esclarecieran los costos de los servicios médicos en La Habana, que el gobierno cubano le ofrecía gratuitamente. Fue derrotado en las urnas en el 2010 y un año después suspendido como miembro de la Cámara de Representantes.

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