“Lo vi desesperado, lo tienen allí pasando frío”, aseguró en la entrevista la señora, de 54 años, que recientemente pudo compartir durante 15 minutos con su hijo en una visita al centro de detenciones.
Álvarez Bestard dijo estar sumamente preocupada por la integridad física y mental de Andrés Carrión.
“Temo por la vida de él”, agregó, y aseguró que durante la visita lo notó “desesperado y traumatizado”.
Martí Noticias informa además que la señora, residente en Jiguaní (Bayamo), se enteró solo al cabo de una semana de lo que estaba sucediendo con su hijo y que aún no ha visto, ni quiere ver, el video que muestra cómo fue golpeado luego de protestar en la misa en Santiago.
La madre de Carrión aseguró que en estos momentos están buscando un abogado que represente a su hijo, pero hasta la fecha no han conseguido a nadie.
Carrión Álvarez ha sido acusado de desórdenes públicos, y si bien en el expediente que le han abierto constan antecedentes penales, su madre asegura que es un hombre honesto, tranquilo, y sin problemas previos con las autoridades.
Tras el incidente en Santiago de Cuba, en el que fue agredido por un camillero de la Cruz Roja que ya ha sido separado de la entidad internacional, Carrión Álvarez fue detenido por agentes de civil. Su identidad fue facilitada por la disidencia.
Según esas mismas fuentes, Carrión tiene 38 años, y es licenciado en Rehabilitación Social y Ocupacional, actualmente desempleado, tras trabajar en una institución de salud, en Santiago de Cuba.
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